martes, 27 de marzo de 2012

Compartiendo experiencias

El pasado 20 de marzo, al curso Evaluación en la Educación, de la MATIE, asistió la señora Sonia Espinoza Vega, educadora de mucha experiencia laboral e integrante, por muchos años, del Comité de Evaluación del Colegio Claretiano. Su visita fue gracias a la apertura de la profesora del curso para que buscáramos a alguien con experiencia en la evaluación desde la perspectiva del Ministerio de Educación Pública (MEP).
El conversatorio fue muy fluido, ameno, participativo y de aprendizaje. La educadora fue clara, concreta, ejemplificante y atendió las dudas. El grupo se comportó al nivel esperado, tranquilo mientras se exponían las ideas o argumentaciones, participativo cuando se daba el espacio, y ordenado para realizar las preguntas.
Entre las principales ideas del conversatorio con Sonia Espinoza, se destacan:
1. El MEP tiene establecido principios téoricos para la evaluación: formativa, cualitativa, sumativa; que en la práctica se reduce a solo uno: sumativo.
2. Existe la posibilidad metodológica por parte del docente de realizar la evaluación formativa y sumativa, aunque tiempo después debe traducir esa evaluación en una cifra, una nota, un número.
3. Las instituciones educativas cuentan con un grupo de docentes que se preparan para ejercer las funciones del Comité de Evaluación, quien funge como organismo independiente (en algunos centros educativos) para brindar asesoría y fiscalización en la evaluación de todo el personal docente del centro. Son los encargados de responder a dudas y dictaminar algunos procedimientos sobre evaluación, entre ellas las apelaciones y reposición de los exámenes.
4. En cada institución educativa existe todo un ritual de evaluación, en algunos casos de dos semanas, para la aplicación de las evaluaciones, que son pruebas escritas.
5. Las pruebas escritas cuentan con un manual / tutorial para su confección. La correcta confección, junto con otras condiciones del trabajo de aula, hacen que la prueba sea válida y pertinente.
6. La evaluación en las asignaturas se desglosa en varios rubros: trabajo cotidiano, trabajo extra clase, pruebas escritas, concepto y asistencia. De todos ellos, existen elementos que se detallan en listas de cotejo o   rubricas.
7. De lo poco que queda a criterio subjetivo del docente era el rubro de concepto, el cual en la actualidad ya pasó a ser un elemento más de la lista sumativa.


lunes, 12 de marzo de 2012

¿Cuáles estrategias educativas se podrían sugerir para garantizar la calidad de nuestra educación?

 Considero que podríamos establecer algunas pautas para mejorar la calidad en la educación y con ellas garantizarla a las futuras generaciones; entre ellas destaco:


1. Establecer contenidos, objetivos y propósitos reales. Que los temas puedan ser estudiados con su profundidad y la calidad que se merecen. De nada sirve saturar de contenidos los programas de estudio si serán poco significativos.

2. Se requiere que los docentes varíen su metodología (siempre apegados a una o varias teorías pedagógicas). Evitar las clases monótonas, repetidas y hasta predecibles. 

3. Erradicar la concepción de una "evaluación" centrada en la medición hacia el estudiante. Esa evaluación que solo mide, de mal manera, el dominio de los estudiantes sobre un contenido. Esa evaluación que tiene solo en la lupa a los estudiantes, librando (excluyendo) a los docentes, centros educativos, padres de familia, planes educativos, entre otros, de sus responsabilidades.

4. Para garantizar la calidad de la educación habría que hacer una evaluación que permita determinar el impacto en la sociedad, especialmente en la satisfacción de las necesidades del contexto. Para este aspecto, necesitamos generar una propuesta educativa 100% costarricense, desde nuestra propia cultura y realidad, para poder evaluarla a la luz de nuestra cultura. Nada ganamos trasladando modelos de países exitosos si sus necesidades y las nuestras distan en mucho.

5. Se requiere de inversión constante en infraestructura, en centros educativos que cuenten con las condiciones físicas básicas para garantizar la seguridad, tranquilidad y bienestar de los estudiantes, docentes y equipos.

6. Dotar a los centros educativos de bibliotecas, de materiales y recursos didácticos llamativos.

7. Propiciar un horario escolar que permita mantener un balance entre el estudio, el ocio, la recreación y deportes. Horarios escolares extenuantes no son sinónimos de calidad ni de aprendizaje.

8. Los padres de familia deben de empoderarse de la educación de sus hijos; cuando los padres comprendan que la educación inicia en el hogar y que no es responsabilidad de los docentes la crianza de sus hijos, la formación trascenderá todas las expectativas propuestas.

9. Debe de existir un programa de formación continua o permanente para todos los educadores en todos los campos de la educación.

10. Integrar las TICs en la educación, sin ninguna limitante y desde un uso ético del recurso. La integración debe darse y no suponerse. Las TICs deben estar presentes como algo inherente a la educación, tal como lo son (actualmente) los contenidos, objetivos y la evaluación.

11. Crear un sistema nacional o un programa que se encargue de realizar una Valoración periódica de la educación costarricense. Que exista una serie de estándares que permita analizar las fortalezas y debilidades del sistema educativo. Además, que se de la política de crear un Plan de Mejoramiento para solucionar todas las debilidades, así como uno enfatizado en mantener las fortalezas.

Esta sería mi propuesta para garantizar la calidad educativa. Le recuerdo que para mi persona la calidad en la educación no es algo tan fácil de definir o delimitar; considero que se debe partir de una visión holística e integral para comprender mínimamente la magnitud del proceso.

sábado, 3 de marzo de 2012

Ejemplos de rúbricas para las actividades cotidianas en educación


PARA ELABORAR SUS PROPIAS RÚBRICAS, TENGA EN CUENTA LO SIGUIENTE

·         Primero, seleccione uno o varios de los objetivos pedagógicos a los que apunta el tema o materia.
·         Con esos objetivos en mente, piense: ¿cuál sería un ejemplo de producto del aprendizaje apto para evaluar auténticamente el nivel alcanzado por un estudiante?
·         Imagine el producto ideal. En otras palabras, si el logro fuese alcanzado al nivel más alto posible, ¿cómo sería? Elabore una lista completa de todas las características que ese producto ideal debería tener.
·         Decida cómo calificará el producto, si como "aprobó/desaprobó", o con un número o una letra. En estos casos, determine cuántas subcategorías habrá entre los extremos de la calificación.
·         Es importante que tenga en cuenta esto: si utiliza muy pocas subdivisiones en su calificación (el caso extremo es el binario aprobó/desaprobó) la medición carecerá de la precisión necesaria para describir adecuadamente los logros y motivará muchas discusiones por parte de los alumnos en torno a la interpretación de su rúbrica. Si en cambio utiliza muchas, no sólo se volverá un problema definir las cualidades de cada una de ellas, sino que luego se complicará innecesariamente el proceso de calificación, y deberá "hilarse muy fino" para categorizar cada producto.
·         Luego pregúntese: ¿qué características tendrá un producto mínimamente aceptable? Este nivel corresponde al "punto de corte" entre lo aceptable y lo que no lo es (la nota de "aprobación"). Idealmente (como en el caso de rúbrica presentado más arriba), la categorización es simétrica; el punto de corte está en el centro (C) y por encima y por debajo hay la misma cantidad de niveles de calificación. Pero puede ser que se trabaje bajo otros conceptos, como el de "porcentaje de adquisición" de conocimientos o habilidades. Este es el criterio tradicional con el que, por ejemplo, se utilizan los números del cero al diez para calificar a los alumnos y se establece que la aprobación se consigue con un seis o un siete, lo cual equivaldría al sesenta o setenta por ciento del máximo. Dónde se ubique el punto de corte o aprobación no tiene relevancia, en tanto por encima y por debajo haya suficientes niveles como para describir adecuadamente el nivel alcanzado.
·         Complete su rúbrica con las características requeridas en cada subcategoría. Balancee adecuadamente los niveles. Utilice escalas de términos como "todos, la mayoría, la mitad, pocos, ninguno" para establecer criterios fáciles de interpretar en torno a un objetivo.
·         Tenga en cuenta que sus primeras rúbricas no serán perfectas. Escuche a sus alumnos luego de calificarlos; preste atención a los reclamos que pudieran hacerle sobre el modo en que los ha evaluado, y vuelva sobre su rúbrica para adaptarla y corregirla. La práctica hace a la perfección.




MATRIZ DE VALORACIÓN PARA UNA PRESENTACIÓN ORAL


Excelente
Cumplió Bien
Cumplió
Preparación
Buen proceso de preparación, muestra profundidad en el desarrollo del tema.
Cumplido en la presentación de los resúmenes aprovecha el tiempo para aclaraciones.
Presenta el resumen y la actividad planeada sucintamente.
Sustentación Teórica
Domina el tema propuesto, logra conectarlo y explicarlo en sus diferentes aspectos. La evaluación logra analizar el tema.
Logra explicar el tema relacionando los diferentes aspectos de éste. La evaluación tiene en cuenta los diversos aspectos presentados.
Conoce el tema superficialmente, logra explicar los puntos planteados. La actividad de evaluación es poco adecuada.
Manejo de la Discusión
Bien liderada, suscita controversia y participación.
Es Organizada, puede contestar los diferentes interrogantes.
La dirige, no resalta los puntos más importantes no llega a conclusiones.
Participación
Pertinente. Activa, es fundamental para el buen desarrollo de cada uno de los temas.
Oportuna, aporta buenos elementos, presta atención a las distintas participaciones.
Está presente. Presta poca atención a las distintas participaciones.



MATRIZ DE VALORACIÓN PARA TRABAJOS ESCRITOS

INDICADORES
Nivel 3
Nivel 2
Nivel 1
Ideas y Contenido
El escrito es claro, enfocado e interesante. Mantiene la atención del lector. El tema o historia central se enriquece con anécdotas y detalles relevantes.
El escrito es claro y enfocado; sin embargo, el resultado general puede no captar la atención. Hay un intento por sustentarlo, pero puede ser limitado, irreal, muy general o fuera de balance.
El escrito carece de una idea o propósito central. El lector se ve forzado a hacer inferencias basándose en detalles muy incompletos.
Organización
La organización resalta y focaliza la idea o tema central. El orden, la estructura o la presentación compromete y mueve al lector a lo largo del texto.
El lector puede inferir lo que va a suceder en la historia, pero en general, la organización puede ser en algunos casos inefectiva o muy obvia.
La organización es casual y desarticulada. La escritura carece de dirección, con ideas, detalles o eventos que se encadenan unos con otros atropelladamente.
Voz
El escritor habla directamente al lector en forma directa, expresiva y que lo compromete con el relato. El escritor se involucra abiertamente con el texto y lo escribe para ser leído.
El escritor parece sincero, pero no está completamente involucrado en el tema. El resultado es ameno, aceptable y a veces directo, pero no compromete.
El escritor parece completamente indiferente, no involucrado o desapasionado. Como resultado, la escritura es plana, sin vida, rígida o mecánica. Y dependiendo del tema, resulta abiertamente técnica o incoherente.
Elección de Palabras
Las palabras transmiten el mensaje propuesto en forma interesante, natural y precisa. La escritura es completa y rica, pero concisa.
El lenguaje es totalmente corriente, pero transmite el mensaje. Es funcional, aunque carece de efectividad. Frecuentemente, el escritor decide por comodidad o facilidad de manejo, producir una especie de “documento genérico”, colmado de frases y palabras familiares.
El escritor hace esfuerzos con un vocabulario limitado, buscando a ciegas las palabras que transmitan el significado. Frecuentemente, el lenguaje es tan vago y abstracto o tan redundante y carente de detalles, que solamente el mensaje más amplio y general llega a la audiencia.
Fluidez en las Oraciones
La escritura fluye fácilmente y tiene buen ritmo cuando se lee en voz alta. Las oraciones están bien construidas, son muy coherentes y la estructura variada hace que al leerlas sean expresivas y agradables.
Las oraciones tienden a ser más mecánicas que fluidas. El texto se desliza eficientemente durante la mayor parte del escrito, aunque puede carecer de ritmo o gracia, tendiendo a ser más ameno que musical. Ocasionalmente las construcciones inadecuadas hacen lenta la lectura.
El escrito es difícil de seguir o de leer en voz alta. Las oraciones tienden a estar cortadas, incompletas, inconexas, irregulares o muy toscas.
Convenciones
El escritor demuestra una buena comprensión de los estándares y convenciones de la escritura (por ejemplo: gramática, utilización de mayúsculas, puntuación, utilización adecuada del lenguaje, ortografía, construcción de párrafos, etc) y los usa efectivamente para mejorar la facilidad de lectura. Los errores tienden a ser muy pocos y de menor importancia, al punto que el lector fácilmente puede pasarlos por alto, a menos que los busque específicamente.
Hay errores en las convenciones para escribir que si bien no son demasiados, perjudican la facilidad de lectura. Aun cuando los errores no bloquean el significado, tienden a distraer.
Hay numerosos y repetidos errores en la utilización adecuada del lenguaje, en la estructura de las oraciones, en la ortografía o la puntuación que distraen al lector y hacen el texto difícil de leer. De hecho, la gravedad y frecuencia de los errores tiende a ser tan notoria que el lector encontrará mucha dificultad para concentrarse en el mensaje y debe releerlo para entender.


BIBLIOGRAFÍA

WAMBA, A.M. (2002). Modelos didácticos personales y obstáculos para el desarrollo profesional: estudios de caso con profesores de ciencias experimentales de educación secundaria.Universidad de Michigan (USA). http://wwwlib.umi.com/cr/uhu/results
www.23edce.com/wp-content/.../descargarComunicacion2GET.php?